Los atracones son muy comunes entre los hombres que intentan perder peso. Es probable que alguna vez hayas pensado: "¿Por qué me he comido todo eso? Todos hemos pasado por eso y, aunque puede resultar desalentador, hay formas de recuperarse.

Detener el yoyó

Comemos en exceso, o nos damos un atracón, y luego decimos "la dieta empieza el lunes" sintiéndonos culpables o decepcionados. Luego recortamos radicalmente para intentar compensarlo.

Eso sólo puede llegar hasta cierto punto, y te darás cuenta de que no puedes mantener la restricción durante mucho tiempo. Y cuando no puedes mantener la restricción, recurres a la comida como consuelo, ¡a toda la comida! Y vuelves al principio.

Rompe el ciclo del yo-yo aceptando que has comido demasiado e intenta seguir adelante, sin imponerte restricciones insostenibles y poco realistas.

Volver a la normalidad lo antes posible

Es cierto que una nueva semana es un nuevo comienzo lleno de oportunidades, y puede ser liberador decir "la dieta empieza el lunes", pero en lugar de esperar, aprovecha el día y no dejes que un mal día se convierta en varios.

Cada comida es una nueva oportunidad para flexibilizar tus hábitos alimentarios saludables. Si tuvieras una rueda pinchada no pincharías las otras tres. Del mismo modo, no abandones tu objetivo por un contratiempo.

Beber más agua

La mayoría de nosotros somos culpables de privar a nuestro cuerpo del agua que necesita para funcionar. ¿Es eso cierto? ¿Tomas tus ocho vasos de líquido al día? Beber más agua evitará que te deshidrates, sobre todo después de un atracón de sal, y también te ayudará a hacer la digestión.

En marcha

Cuando te sientas letárgico y lleno después de un atracón, probablemente querrás quedarte tumbado en el sofá sin hacer nada, excepto posiblemente agarrarte la barriga y lamentarte.

Aunque te parezca lo último que quieres, lo mejor que puedes hacer es ponerte activo.
Sal a dar un paseo y quítate las telarañas de encima. No hace falta que sea un paseo especialmente largo, pero salir de casa te hará olvidar esa incómoda sensación de saciedad y ayudará a tu cuerpo a empezar a procesar todo ese exceso de comida.

Relájate un poco

Hemos dejado lo más importante para el final. No te castigues por algún que otro desliz. Cambiar los hábitos alimentarios poco saludables es una tarea monumental y no siempre va a ser fácil. Intenta verlo como una experiencia de la que aprender. Romper un hábito como el de los atracones requiere tiempo y esfuerzo.

Averigua si hay algún desencadenante de tus atracones y eso te pondrá en una buena posición para detectar el próximo posible atracón e intentar pararlo en seco.