Es demasiado fácil caer en la rutina, sobre todo después de un largo paréntesis en el desarrollo de hábitos más saludables. Tanto si has tenido un ataque de falta de motivación, como si has estado de vacaciones o simplemente te han pasado cosas en la vida (suele ocurrir), deja todo atrás y vuelve a la rutina. He aquí cómo.
Empezar poco a poco
No intentes hacerlo todo a la vez. Ya sabes lo que tienes que hacer para volver a perder peso: comer mejor, controlar el tamaño de las porciones y ser un poco más activo. No estamos hablando de matarte en el gimnasio ni de restringir lo que comes. Piensa qué objetivos pequeños y alcanzables puedes empezar a hacer: dar un paseo diario o cambiar un tentempié por algo un poco más sano.
Destete
Si tienes comida basura por ahí que te dificulta reducir el consumo de alimentos ricos en calorías, abandónala. Por muy tentador que sea, no tires inmediatamente toda esa comida basura a la basura, porque probablemente te sentirás muy perjudicado (además, ¿quién puede permitirse tirar comida a la basura con esta economía?)
Si los dulces o las patatas fritas son tu debilidad, repártelos en bolsas Ziploc y disfrútalos como un capricho con calorías controladas.
Poco a poco, ve incorporando a tu vida hábitos más saludables. Si pides comida para llevar con demasiada frecuencia, haz un pacto contigo mismo para cocinar en casa dos veces por semana y date un respiro los días en que la comida para llevar te parezca la única opción. Después, añade más y más comidas caseras hasta que sientas que vuelves a tener el control.
Encuentre algo que le guste
Cuando disfrutas con lo que haces, es mucho menos probable que te parezca una tarea pesada. Esto es especialmente cierto cuando se trata de hacer ejercicio, así que esfuérzate por encontrar algo que te guste, ya sea bailar, nadar, montar en bicicleta o hacer senderismo.
Evitar el aburrimiento
El aburrimiento es otra de las grandes razones por las que abandonamos la dieta, porque necesitamos algo que mantenga nuestro interés. ¿Por qué íbamos a seguir comiendo las comidas caseras saludables en las que invertimos nuestro tiempo y esfuerzo cuando nos da vueltas la cabeza una comida rápida, fácil y cursi?
Mezcla las cosas. Prueba nuevas recetas y recrea tus platos favoritos de comida para llevar para añadir algo de interés a tus comidas. Lo mismo ocurre con los entrenamientos: ¡prueba algo nuevo!
Planifique sus comidas con antelación
Preparar las comidas es una forma estupenda de mantener el rumbo. Planificar lo que vas a comer con antelación puede ayudarte a tomar decisiones más saludables y evitar los impulsos, así que vale la pena probarlo para ver si se adapta a tu estilo de vida. Prepara una tanda de comidas o tentempiés saludables el fin de semana para tenerlos listos a lo largo de la semana.
No te castigues
Es normal tener contratiempos cuando intentas perder peso. No deje que le hagan descarrilar, intente aprender de sus errores y retomar el camino. La pérdida de peso requiere mucho esfuerzo y tiempo, así que intenta ser paciente contigo misma. Sabemos que es frustrante, pero si sigues avanzando hacia tus objetivos, lo conseguirás.
Apóyate en tu sistema de apoyo
Sinceramente, no hay que avergonzarse de luchar por volver a la rutina. Todos hemos pasado por ello, porque esto es duro. Habla de cómo te va con tus compañeros de MAN v FAT Soccer y pronto descubrirás que todos tenemos momentos de lucha.
Compartir tus experiencias puede aumentar tu motivación, y el apoyo y la responsabilidad que obtendrás de tus compañeros de equipo son increíblemente útiles para volver a ponerte en el buen camino.