a idea de cocinar desde cero es desalentadora, sobre todo si además tienes que preocuparte de que sea sano. Pero no es todo lo que te imaginas: puede ser tan sencillo como quieras. 

¡Pero si no sé lo que hago!

Reduzca sus expectativas. Vale, no vas a servir una comida de estrella Michelin, pero no hace falta. Busca una receta sencilla y ve paso a paso. Sabes leer y seguir instrucciones, no hay mucho más que eso. 

Pero podría equivocarme.

Habrá ocasiones en las que se te olvide añadir un ingrediente vital, o algo no suba en el horno. Los errores forman parte del aprendizaje de algo nuevo, y no pasa nada por equivocarse a veces.  

El truco está en aprender de los errores. Utiliza un temporizador, lee bien la receta, vigila la comida mientras se cocina y no te equivocarás. 

¡Pero podría intoxicar a la gente!

Es posible. Pero si sigues la receta y practicas una buena higiene en la cocina, es muy poco probable. Lávate las manos con regularidad, limpia las superficies, cocina bien y todo irá bien.

¡Pero no tengo tiempo!

Lo sentimos, no nos lo creemos. No hace falta pasarse horas en la cocina para preparar algo nutritivo, delicioso y satisfactorio. Claro, puede que necesites un poco de planificación y sacrificio para encajarlo en tu día a día, pero ¿cuánto tiempo pasas navegando por las redes sociales?

  • Haz un plan de comidas. Escribir lo que vas a hacer y cuándo te ayuda a saber qué es cada cosa, y puedes planificarlo en función de los días de la semana que tengas más ocupados. 
  • Intenta cocinar por lotes. Suena desalentador, pero sólo significa hacer más de lo que estás haciendo de todos modos, como hacer chile para 6 cuando sólo hay 3 de ustedes comiendo - eso es 3 porciones adicionales que puede almacenar en el congelador, listo para recalentar cuando lo necesite. 
  • Utiliza una olla de cocción lenta. Son baratas y fáciles de usar. Sólo tienes que añadir verduras, caldo y un trozo de carne por la mañana y tendrás en casa un buen guiso listo para servir. También son estupendas para preparar salsas, sopas, guisos e incluso patatas asadas.  
  • Tomar atajos. No hay nada malo en optar por lo fácil. Compra las verduras precortadas y congeladas, utiliza ajo en puré en lugar de fresco, zumo de limón embotellado en lugar de exprimir limones frescos, etc.  

Consejos para el cocinero principiante

  1. Invierte en unos cuantos cuchillos afilados. Cortar y rebanar será mucho más fácil y seguro. 
  2. Lee bien la receta y el método, de principio a fin, antes de empezar. No querrás encontrarte con sorpresas a mitad de camino. 
  3. Pruébalo sobre la marcha (aparte de la carne y el pescado crudos, por supuesto). Es mucho más fácil añadir más sabor que quitarlo. 
  4. Limpia sobre la marcha. Así evitarás llenarte de ollas, sartenes y encimeras desordenadas cuando termines. 
  5. Empieza por lo sencillo. Piensa en comidas sanas que te gusten y parte de ahí. Una salsa de tomate básica es buena para dominar: cebolla picada, ajo, tomates en conserva, sazonados con pimienta negra y sal. Añade albahaca para platos italianos (boloñesa, lasaña, etc.) o pimentón para platos de estilo marroquí.  
  6. Compra un aceite en spray para minimizar el uso de aceite en tu cocina. Una cucharada sopera de aceite de oliva tiene 119 calorías, así que enseguida se acumulan. El aceite en aerosol PAM tiene 1 cal por aerosol y está ampliamente disponible. 
  7. Conoce tus sabores. Muchas cocinas tienen combinaciones clásicas de hierbas y especias que pueden realzar tus platos, así que merece la pena comprar unas cuantas para tenerlas siempre a mano: 

    - Italiano: Cebolla, orégano, ajo  

    - Mexicano: Comino, chile, cilantro  

    - Indio: Cúrcuma, cilantro, comino, cardamomo  

    - Inglés: Laurel, salvia, perejil

  8. Conéctate a Internet: YouTube y los sitios web sobre alimentación son tus amigos cuando buscas recetas saludables y vídeos explicativos que te enseñen métodos. BBC Good Food, por ejemplo, tiene este fantástico artículo que te enseña 25 habilidades básicas que todo cocinero debe saber

Perder peso es mucho más fácil cuando sabes que puedes cocinar lo que quieras y cuando quieras. Pon buena música, relájate y ponte manos a la obra. Pronto descubrirás que no es tan difícil como esperas e incluso puede que lo disfrutes.